Un tercio de las zonas naturales de Europa están afectadas por contaminación acústica


Un tercio de las zonas naturales y rurales de Europa están afectadas por la contaminación acústica, según un nuevo informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) . La protección de las zonas aún no afectadas por el ruido puede aportar beneficios ambientales y de salud muy significativos.


Dentro de la Unión Europea, la Directiva de Ruido Ambiental (FIN; 2002/49 / CE), define las zonas tranquilas fuera de las ciudades como aquellas áreas delimitadas por las autoridades nacionales que no se ven afectadas por el ruido del tráfico, la industria o actividades recreativas. El informe Zonas tranquilas en Europa: el medio ambiente afectado por la contaminación acústica, ofrece una primera evaluación de potenciales zonas tranquilas en las regiones rurales de Europa. Aproximadamente el 18% de la superficie de Europa se puede considerar tranquila, pero el 33% está potencialmente afectada por la contaminación acústica, según el informe.



La distribución de las zonas tranquilas está fuertemente relacionada con la densidad de población y el transporte. Otros factores como la altura, la distancia de las costas y el uso del suelo también influyen en gran medida la presencia de la actividad humana y el ruido. Los países con densidades de población relativamente bajas, como Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, tienen la mayor proporción de las zonas tranquilas. Las zonas más ruidosas tienden a encontrarse en las zonas con mayor densidad de población, como Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. Las áreas remotas como la región de los Alpes o cerca de la costa mediterránea también tienen una alta proporción de las zonas tranquilas.

Alrededor del 27% de los espacios de la Red Natura 2000 protegidos tienen grandes zonas de calma, a pesar de que una quinta parte de los espacios protegidos están expuestos a altos niveles de ruido. Aunque se han tomado algunas medidas para proteger las zonas tranquilas en el campo, el informe dice que queda mucho por hacer para reducir la contaminación acústica en estas áreas para proteger la salud humana y la biodiversidad. Tales medidas pueden incluir, por ejemplo, la introducción de la legislación nacional o local que restrinja ciertos negocios o actividades recreativas en zonas tranquilas. 



Los impactos del ruido ambiental 

El ruido ambiental es uno de los contaminantes más extendidos en Europa. Una evaluación del EEE 2014 estima que al menos uno de cada cuatro ciudadanos europeos están expuestos al ruido del tráfico rodado encima de los umbrales de la UE, o un total de más de 125 millones de personas. Los efectos nocivos de la contaminación acústica en los seres humanos incluyen irritación y trastornos del sueño, que a su vez puede dar lugar a problemas más graves como la hipertensión o enfermedades del corazón. 

Existe también una creciente evidencia científica sobre los efectos nocivos del ruido antropogénico sobre la vida silvestre. En la naturaleza, muchas especies dependen de la comunicación acústica en varias facetas importantes de la vida, tales como la búsqueda de alimentos o localizar a un compañero. La contaminación acústica puede interferir con estas funciones. 

+ info : AEMA

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