El océano, Santo Grial de las energías renovables

Aprovechar la energía del océano para abastecer a nuestras ciudades podría ser el Santo Grial de las energías limpias. Hasta el momento no se han desarrollado proyectos a una escala lo suficientemente rentable y eficiente como para apostar en serio por este maná energético; el consenso científico es que la evolución tecnológica de la energía procedente de las olas lleva un retraso de décadas en relación a otras fuentes alternativas como la energía eólica o solar. Pero en Australia, la empresa Carnegie Energía ha desarrollado un nuevo diseño que ilusiona incluso a los más océano escépticos.

Como explica el vídeo, el proyecto de Carnegie, llamado CETO, consiste en una serie de boyas y bombas que están atados al fondo del océano. Cuando se empujan por la acción de las olas, las bombas envían el agua a través de tuberías a un sistema de turbinas con base en tierra, que produce energía hidroeléctrica. Además las turbinas también hacen de filtros de desalinización, y producen agua dulce. Ya que la mayor parte de la tecnología está bajo el agua, el sistema es casi invisible, por lo que el impacto paisajístico sería casi nulo, en comparación con las centrales eléctricas ubicadas cerca de la costa. Las boyas también actúan como arrecifes artificiales, otra ventaja a tener en cuenta. La previsibilidad y regularidad de las mareas y del oleaje hacen que la energía del océano sea practicamente infinita, siempre que la tecnología se pueda desarrollar a gran escala para generar electricidad económicamente rentable, y satisfacer las necesidades de poblaciones de cierto tamaño.

El agua salada es devastadora para la maquinaria compleja, por lo que este factor constituye una gran dificultad en términos de fiabilidad y mantenimiento tecnológico. No obstante, Carnegie está ejecutando el programa CETO con un relativo y esperanzador éxito en Australia Occidental, y actualmente está vendiendo energía procedente del océano al gobierno australiano. Quién sabe si éste podría ser el primer paso de una solución energéticamente limpia para abastecer a pueblos y ciudades, generada por uno de nuestros fenómenos naturales preferidos, las olas.

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