Las desigualdades de género, como los derechos a poseer tierras débiles y reducción del acceso a energía, instalaciones de agua y saneamiento para las mujeres, tienen un impacto negativo en la salud humana, el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Además del género, los efectos adversos pueden ser agravados por factores como la edad, la ubicación geográfica, las condiciones y las socioeconómicas.
El desarrollo sostenible requiere adoptar medidas en tres frentes: el social, el económico y el ambiental. Las mujeres son fundamentales para lograr el progreso en cada uno de estos ámbitos, como se reafirmó en el acuerdo Río+20 de 2012, que establece compromisos para asegurar la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres, lo cual exige el empoderamiento de las mujeres y la eliminación de obstáculos discriminatorios en diversas áreas, entre ellas la agricultura, la energía, la salud, la educación, el empleo y la reducción del riesgo de desastres.
La lucha por la igualdad de género viene de antiguo, casi desde el principio de los tiempos; son numerosas las leyendas que hablan del tema y cuentan historias de diosas y dioses luchando por tener el poder. Un ejemplo es la leyenda mexica de la cultura azteca que cuenta la guerra emprendida por la Diosa Lunar Coyolxauhqui, Hija de la Diosa Coatlicue, al mando de sus seguidores matriarcales sus Hermanas las 400 Estrellas del Sur / Vía Láctea, contra su hermano Huitzilopochtlim (adorado en el Templo del Sol de Tenochtitlán) y sus seguidores patriarcales. Los segundos salen victoriosos en Coatepec. Estos mitos cuentan la lucha entre los seguidores de la sociedad matriarcal y de la patriarcal y casi siempre terminan con la victoria de los segundos y el aniquilamiento del matriarcado, y se repiten en la mitología griega (Poseidón vs Atenea), escandinava, india, etc. Esperemos que después de tanto tiempo, solamente unos pocos de miles de años, las leyendas del siglo XXI cuenten otro desenlace.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA considera de especial importancia la integración de la perspectiva de género en la gestión de los ecosistemas. Se trata de conciliar las diferentes demandas y encontrar sinergias entre hombres, mujeres, niños y niñas en los diferentes usos que hacen de los ecosistemas, ya sea para obtener alimentos y agua o para sostener sus medios de vida. También la diversidad de roles y estatus dentro de la sociedad puede afectar a las opciones que tienen mujeres y los hombres tienen a su disposición en convertirse agentes de cambio en el desarrollo sostenible.
En septiembre de 2015, los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron un nuevo programa histórico para la población mundial y el planeta, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas es una piedra angular de este programa de desarrollo.
Un marco importante para la integración de la perspectiva de género en el desarrollo sostenible es el Plan de Acción sobre Género 2015-2020 de la Convención sobre la Biodiversidad.
Entre otras cosas, en este plan se reconoce la importancia de las consideraciones de género para cumplir con las Metas de Biodiversidad de Aichi y se alienta a las Partes a dar la debida consideración a la perspectiva de género en sus estrategias nacionales y planes de acción e integrar el género en el desarrollo de los indicadores nacionales.
El PNUMA se comprometió en Río+20 en 2012 a llevar a cabo una iniciativa innovadora para asegurar que la perspectiva de género tendría un lugar más destacado en sus evaluaciones ambientales a nivel mundial. Esto implica profundizar en los datos desglosados por edad y sexo a nivel comunitario y familiar.
Con este fin, el PNUMA acaba de publicar el Panorama Global sobre Género y Medio Ambiente (en inglés). El informe recomienda un cambio sostenible y transformador en las seis áreas que analiza: seguridad y soberanía alimentarias, agua doméstica y saneamiento, energía, comunidades costeras y marítimas, ecosistemas forestales, y consumo y producción sostenibles.
Además, proporciona una visión global de los vínculos entre género y medio ambiente en el contexto de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Este informe reunió a expertos del PNUMA, otras organizaciones de la ONU, las ONG y el mundo académico.
Agricultura
Una de las áreas donde existen brechas y desigualdades de género significativas es en la propiedad de la tierra. Otra es la agricultura. Las mujeres son actores importantes en muchos sistemas agrícolas.
Un análisis desde la perspectiva de género en este tema pone de relieve la importancia de reconocer los roles de las mujeres y de los hombres en el sector agrícola y de este modo asegurar que las necesidades, vulnerabilidades, derechos, obstáculos, conocimiento, recursos y limitaciones de hombres y mujeres son tomados en consideración. Las mujeres necesitan participar en todas las discusiones sobre los problemas y posibles soluciones y estrategias a seguir, tanto en el ámbito local como en el global.
Muchas mujeres juegan un papel como administradoras y ‘protectoras de las semillas’, a veces durante muchas generaciones. Por eso, las mujeres pueden tener un conocimiento particular sobre las plantas y las técnicas agrícolas que podría ayudar a las estrategias de adaptación. Si las mujeres no se incluyen cuando se discuten las estrategias a seguir y los enfoques de adaptación, este conocimiento no estará presente.
Como actores clave en el sector agrícola, las mujeres necesitan el mismo acceso que los hombres a recursos e insumos como el crédito, los programas de formación y las nuevas tecnologías agrícolas. Actualmente, en la mayoría de los lugares se margina a las mujeres en estos ámbitos.
Cambio climático
Las mujeres a menudo se ven afectadas de manera desproporcionada por los desastres naturales relacionados con el cambio climático, de acuerdo al informe Agua para un mundo sostenible – Datos y cifras. A menos que las mujeres están incluidas igual que los hombres en todos los contextos de toma de decisión, como el desplazamiento, las cuestiones de seguridad, los medios de vida e incluso la participación en foros mundiales como las reuniones de los tratados internacionales sobre el cambio climático, las soluciones que se propongan no reflejarán todas las dimensiones del problema, no tendrán un impacto en las causas de la desigualdad y, por lo tanto, sólo serán parcialmente efectivas.
La mujer, pilar fundamental de las políticas de desarrollo sostenible de la ONU
En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas creó ONU Mujeres, la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer. Desde ONU Mujeres se promueve el empoderamiento económico de las mujeres como parte de la agenda más general para el desarrollo sostenible, prestando especial interés a la economía verde y el cambio climático.
+ info: PNUMA
0 comentarios:
Publicar un comentario