Viento a favor en el sector de las energías renovables de España



Un viento de cambio sopla a favor de las energías renovables en España: en los últimos meses empresas y fondos de inversión han tenido un rallie de compras, aprovechando el know-how y las fuertes perspectivas de crecimiento del sector, que aún está cojeando para salir de la crisis. Uno de los puntos fuertes del sector es que las empresas que participan en toda la cadena de producción están ubicadas en el país.

En el último año las transacciones totales en el sector alcanzaron los 5 billones de euros. Destaca la adquisición de la empresa especialista Renovalia, de alrededor de mil millones de euros, por la firma estadounidense de capital privado Cerberus; y la compra por parte del grupo de inversión de KKR Exención de la estación solar Gestamp Solar por una cantidad similar a la anterior.

El frenesí de compras es probable que continúe; el gigante alemán Siemens ha puesto los ojos en el grupo de energía eólica Gamesa, y corren rumores de que Cerberus está sopesando una alianza con el multimillonario estadounidense George Soros para fagocitar a T-Solar y sus parques solares.

Sector afectado por la crisis

El sector de la energía renovable de España es uno de las más importantes del mundo, a pesar de ser uno de los sectores más afectados por la crisis, con bajadas en la inversión hasta niveles casi nulos. El año pasado, España estaba en quinta posición a nivel mundial en relación a la energía eólica, con una potencia instalada de 23 gigavatios-el equivalente de 23 reactores nucleares; y en el octavo lugar en energía solar después de China, Estados Unidos y Alemania.

Sol en abundancia y las regiones en las que el viento sopla con fuerza, hacen que el país sea un candidato ideal para ser una de las potencias que lideren el sector de las energías renovables; pero la época de vacas gordas y de los generosos subsidios y subvenciones, que ayudaron a que el sector creciera y consolidase, terminaron en 2008, cuando la crisis financiera golpeó duro. Los sucesivos gobiernos se vieron obligados a aplicar recortes de gastos que afectaron a las renovables.

Desde entonces los posibles inversores están mirando con lupa la reducción de las ayudas y el estado general de la economía española. Pero no por más tiempo.

¿Por qué España? ¿Por qué ahora?

El retorno de España a un crecimiento de su economía del 3,2 por ciento el año pasado, junto con las promesas de las autoridades hacia un cambio de rumbo de la normativa del sector impuesta en los últimos años, han atraído a los inversores de vuelta al país.

El hecho de que las empresas de renovables no puedan contar con subsidios reduce el valor de sus activos, haciéndolos más atractivos para los compradores. Además las empresas españolas están en la vanguardia tecnológica a nivel internacional, y los centros de investigación, como la Plataforma Solar de Almería, son punteros en su campo de trabajo. Los ingenieros también siguen innovando, por ejemplo en el desarrolló el prototipo de aerogenerador sin aspas.

Otro punto fuerte del sector de la energía eólica de España es que las empresas que participan en toda la cadena de producción están presentes en el país. El know-how de las empresas ha permitido ganar proyectos en otras partes del mundo. Gamesa, por ejemplo, es uno de los cinco mayores fabricantes de turbinas eólicas del mundo y está bien establecido en varios países emergentes como India, Brasil y China y de gran interés para Siemens. Sin embargo con el fin de seguir creciendo necesitan dinero.

La situación es similar en el sector solar. T-Solar, por ejemplo, está muy endeudado y las el gigante Abengoa está al borde de la quiebra.

Y en última instancia, el sector de las energías renovables tiene buenas perspectivas, sobre todo después de 175 países se comprometieron a frenar el calentamiento global en un histórico acuerdo firmado en diciembre en París.

Evolución de la potencia eléctrica instalada

Según el IDAE La evolución desde el año 2000 de la potencia eléctrica instalada con recursos renovables se corresponde con la evolución de cada una de las tecnologías. 

La tecnología hidráulica, en sus diferentes tipologías, es una tecnología consolidada, eficiente y competitiva en costes, sobre todo en las instalaciones de gran tamaño. Pese a tratarse de una actividad madura, el sector conserva capacidad de innovación, como lo demuestra la puesta en marcha en 2014 de la primera central hidroeólica de la Isla del Hierro, con una capacidad de 11 MW hidráulicos y otros tantos eólicos.

Por su parte, la energía eólica llegó a cubrir en 2014 el 20% de la demanda en barras de central. El potencial de innovación del sector es muy significativo y sus retos a futuro pasan por mantener su liderazgo internacional, consolidar su competitividad a través de la inversión I+D y optimizar su integración en el sistema eléctrico .

La potencia total instalada con tecnología fotovoltaica permitió en 2014 situar a España en el quinto puesto de la UE, por detrás de Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido. Las líneas de investigación desarrolladas tanto a nivel nacional como internacional, unido a los últimos desarrollos tecnológicos, han logrado inducir en el mercado una significativa reducción de costes de generación en los últimos años. Los retos del sector pasan por su integración en redes inteligentes de distribución a través del desarrollo de la generación distribuida, así como por una mayor integración arquitectónica y su contribución al logro del edificio de consumo casi nulo.

Entre 2006 y 2013 la potencia instalada en centrales solares termoeléctricas no ha dejado de crecer. En el año 2014 se ha registrado la puesta en marcha de una de las primeras instalaciones innovadoras de tecnología “Linear-Fresnel” en el sector. El tejido industrial del sector está formado por empresas españolas exportadoras de tecnología, que han construido y operado centrales comerciales de las 4 tipologías existentes: torre central, colectores cilindro parabólicos, concentradores Fresnel y discos. Los retos para el futuro en este sector pasan por la necesaria reducción de costes de producción y una mejor gestión de dicha producción a través de tecnologías de almacenamiento e hibridación, lo que permitiría mantener su expansión internacional.

Con respecto a las centrales de producción eléctrica o termoeléctrica basadas en biomasa, biogás o residuos, el sector está desarrollando instalaciones de alta potencia y rendimiento mediante un importante esfuerzo tecnológico, detectándose empresas pioneras en desarrollos de gasificación a pequeña escala. En 2014 destaca la puesta en funcionamiento de una central de biomasa en el sector papelero. Los retos de este sector pasan por el desarrollo de un tejido industrial con proyección y experiencia internacional, que refuerce aspectos como promoción, construcción y tecnologías propias.

Consumo primario de renovables

Desde el año 2000, el consumo primario de energías renovables se ha más que duplicado, siguiendo una tendencia de continuo crecimiento.

La composición de la cesta de recursos renovables en lo que va de siglo ha experimentado también significativos cambios.
Fuente: IDAE
Mientras que en el año 2000 los biocombustibles (biomasa, biogás, residuos sólidos urbanos y biocarburantes) y la energía hidráulica dominaban claramente el suministro renovable, con una cuota de mercado del 57% y el 37%, respectivamente, en 2014 se observa una mayor diversidad de tecnologías .

Los biocombustibles continúan dominando el mercado renovable, aunque la incorporación y expansión de nuevas tecnologías como la eólica o la solar termoeléctrica han supuesto una reducción significativa de la cuota de los primeros cercana a los 19 puntos porcentuales.
También la energía hidráulica, pese a la alta disponibilidad de recursos registrada en 2014, representó en dicho año 18 puntos porcentuales menos en su cuota de mercado con respecto a la existente en el año 2000.

La energía eólica se ha convertido en la segunda tecnología en cuanto a participación en los consumos primarios de recursos renovables, pasando de representar cerca del 6% en el año 2000 al 25% en el año 2014.

En cuanto a los recursos solares, la solar térmica ha evolucionado desde un 0,4% en 2000 hasta el 1,5% de los consumos primarios renovables en 2014, multiplicando en más de tres veces su participación en la cesta energética renovable; la fotovoltaica, con muy poca presencia a principios de siglo, alcanzó en 2014 el 4% de la energía primaria renovable y la tecnología solar termoeléctrica, que en el año 2000 no contaba con instalaciones en funcionamiento, supone ya el 12% de las aportaciones renovables a la demanda de primaria energía.

Finalmente, la geotermia, pese a los avances registrados durante estos últimos años, representa solo el 0,1% de la demanda primaria de energías renovables.

+ info: Phys / IDAE

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