Hace 20 años Europa enseñaba a China, la manera de redactar la legislación ambiental. Cómo han cambiado las cosas, han aprendido la lección y en pocos años el alumno podría superar al maestro. En el último lustro, China se ha convertido en el primer inversor en energías renovables, muy por delante de la Unión Europea, el ex líder del mercado. Puede que el gigante asiático sea el believer número uno de las energías limpias, los datos apuntan a ello; lo que no quita que siga siendo uno de los mayores consumidores de carbón del mundo y el primer importador de petróleo por delante de Estados Unidos. ¿Estamos ante un caso de Doctor Jeckyll and mr Hyde energético o ante una verdadera transición? El tiempo lo dirá.
El país superarará a la UE en instalaciones de tecnología eólica y solar en los próximos cinco años, si sus planes se mantienen, según E3G. En 2015, las ventas acumuladas de vehículos eléctricos en China llegaron a 450.000, un 50% más alto que en la UE. Por primera vez en 2014, China invirtió más en la investigación y el desarrollo de las energías renovables que Europa.
Imagen: E3G |
Hacia un nuevo escenario global
China está construyendo la infraestructura para electricidad más limpia del mundo y a una gran velocidad. Y eso es mucho: a nivel global el año pasado, hasta el 90% de la nueva capacidad de energía provino de fuentes renovables, según un informe de esta semana de la Asociación Internacional de la Energía. El consumo de carbón de China comenzó a caer en 2014 por primera vez en este siglo, y el año pasado sus emisiones de carbono siguieron cayendo un 1,5%.
Imagen: E3G |
Hace diez años, China era para Europa un mercado para sus propias exportaciones de tecnología verde. Aprendieron rápido e hicieron bien, en la actualidad China está a punto de dominar la economía mundial de energía limpia, y en la vieja Europa deberíamos actuar con decisión para permanecer en esta carrera tecnológica, que marcará parte de la estrategia energética mundial en las próximas décadas. Investigación más innovación más desarrollo forman un trío que va de la mano y en el que debemos invertir, más que en infraestructuras o turismo, si queremos ser una región de referencia para el resto del mundo, en algo más que por nuestras playas y castillos. El equilibrio geopolítico está en juego, y la base de todo cambio a largo plazo está en la educación.
¿Está preparada Europa para afrontar nuevos retos?
Una sociedad educada, comprometida, con valores y con una nueva visión de lo que es cohabitar el Tierra tendrá mucho ganado, y podrá exigir e implantar nuevas políticas energéticas, sanitarias y sociales, e implantar modelos de desarrollo sostenibles y a la vez competitivos. Los países del norte de Europa parece que se han dado cuenta a tiempo y sus planes educativos se encaminan en esa dirección, pero, ¿ y los del sur?
+ info: Quartz
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