Llega la hora de la agricultura sostenible, apuesta de la FAO


La agricultura sostenible basada en ecosistemas es la utilización de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas como parte de una estrategia de adaptación a los efectos adversos del cambio climático. En nuestro mundo, la agricultura no es opcional. Requerimos una visión compartida y un esfuerzo coordinado para seguir produciendo alimentos para la población mundial y encontrar nuevos usos de la biodiversidad, que al mismo tiempo ayuden a su preservación.

Según el estudio Save and Grow de La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha llegado la hora de la agricultura sostenible basada en ecosistemas. La FAO señala que el maíz, el arroz y el trigo, que suponen juntos más del 40% de las calorías y el 37% de las proteínas consumidas mundialmente, pueden cultivarse de manera que respeten e incluso promuevan los ecosistemas naturales.

La FAO urge a adoptar de manera generalizada el modelo “Ahorrar para crecer”, que trata de copiar cómo funcionan los ecosistemas en la naturaleza. Si creamos sistemas que mimeticen estos sistemas naturales, podremos tener una respuesta para los nuevos paradigmas que se necesitan, para tener una agricultura mucho más sostenible.

Aunque las cosechas mundiales de cereales se encuentran actualmente en niveles récord, su base productiva es cada vez más precaria. La FAO alerta de que hay señales de agotamiento de las aguas subterráneas, contaminación ambiental, pérdida de biodiversidad y otros problemas que marcan el fin del modelo de la Revolución Verde.

Mientras tanto, la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar en un 60% para alimentar a la población en 2050, haciendo aún más urgente que los pequeños agricultores que producen la mayor parte de cultivos del planeta tengan la posibilidad de hacerlo de forma más eficiente.

Un ejemplo de agricultura sostenible en África
El enfoque Ahorrar para crecer se ejemplifica en la forma en que algunos pequeños agricultores en África han abordado el problema de una polilla indígena, cuyas larvas devoran el maíz a un ritmo atroz. El cultivo intercalado de maíz con Desmodium, una planta leguminosa presente en pastos Napier o de elefante cercanos destinados a forraje del ganado. El Desmodium produce sustancias químicas que atraen a los depredadores de las plagas del maíz y al mismo tiempo envía una señal de socorro falsa que empuja a las polillas que ponen huevos a buscar hábitats en el pasto de elefante, que a su vez exuda una sustancia pegajosa que atrapa las larvas del barrenador del tallo. Además, el Desmodium - que también fija el nitrógeno en el suelo - impide la germinación de Striga, una hierba parásita que arrasa rutinariamente granjas africanas. 

Si bien este enfoque de la agricultura implica dedicar menos superficie de maíz para monocultivo, es mucho más productivo; el 75 por ciento de los agricultores que adoptaron este método sostenible alrededor del Lago Victoria aumentaron sus rendimientos netos por triplicado. El pasto Napier también permite tener más vacas y aumentar la producción de leche.

Apuesta por la agricultura sostenible, la única opción viable
El cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y el estancamiento de los rendimientos de los cereales amenazan la seguridad alimentaria mundial. La demanda mundial de maíz, arroz y trigo se prevé que aumente un 33 por ciento en 2050. Sin embargo, un tercio de las tierras agrícolas está degradada y la disponibilidad de agua será un problema cada vez mayor. La producción de cereales será aún menor debido a los rendimientos decrecientes de la agricultura de altos insumos y los efectos potencialmente catastróficos del cambio climático.

Los impactos más severos se notarán mán en las regiones más pobres. Por ejemplo, el cambio climático en Asia empujará el cultivo de trigo a las zonas de secano menos productivas, y los consumidores con pocos recursos se enfrentarán a fases de encarecimiento de los alimentos. El crecimiento de la población podría agudizar la dependencia de África de arroz importado. La disminución de la productividad puede triplicar las importaciones de maíz en los paises del primer mundo para el año 2050.

La agricultura sostenible basada en el ecosistema es la única opción viable para incrementar la producción de cereales de forma sostenible . El modelo de la FAO " Ahorrar para crecer ' se basa en las contribuciones de la naturaleza para el crecimiento de los cultivos. Sus cinco componentes - la agricultura de conservación , la salud del suelo , la mejora de cultivos y variedades , uso eficiente del agua y la gestión integrada de plagas - apuesta por tecnologías respetuosas del medio ambiente que hacen un uso eficiente de los insumos , protegen el ecosistema, aumentan la resiliencia ante el cambio climático, y contribuyen a las zonas rurales desarrollo.

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