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Cinco de las siete especies de tortugas marinas actualmente presentes en los mares del planeta pueden ser observadas en aguas españolas. Todas ellas se encuentran hoy en peligro debido a numerosos factores como el comercio ilegal internacional de sus productos, la destrucción de playas de puesta, la contaminación, las interacciones con diversas pesquerías, etc.
Tortugas marinas
Las tortugas marinas son un grupo de reptiles muy antiguo y peculiar. Las primeras tortugas marinas aparecieron en el Jurásico, evolucionando probablemente a partir de tortugas de agua dulce.
Las dos familias de tortugas marinas existentes en la actualidad (Dermochelyidae y Cheloniidae) se establecieron hace más de 75 millones de años, en el período Cretácico, junto con otras familias ya extintas.
Actualmente viven siete especies, y una posible subespecie, de las cuales cinco han sido citadas en aguas españolas.
Se caracterizan por ser unas especies altamente migratorias que, si bien no nidifican de forma habitual en costas españolas, sí se acercan frecuentemente a ellas para alimentarse y pasar gran parte del año. A continuación se detallan algunas de las medidas que se han puesto en marcha para coordinar las actuaciones de conservación de estas especies, y en especial prevenir las capturas accidentales en determinadas artes de pesca.
Las tortugas marinas y la pesca
Además de los impactos diversos que las tortugas marinas sufren por la degradación y eliminación de sus espacios naturales de reproducción por la presión urbanística y turística, por el uso de sus caparazones con fines turísticos o souvenir y por la contaminación marina en sus múltiples facetas, de forma no deseada para las flotas pesqueras que operan en todos los mares, las tortugas marinas se pueden ver también afectadas en por la actividad pesquera ya que, en ocasiones, pueden quedar atrapadas como captura incidental en algunas pesquerías que se realizan dentro de sus zonas de distribución y migración. El impacto de la pesca se sumaría por tanto a otros múltiples factores que sufren estas poblaciones de reptiles. La captura accidental de tortugas marinas durante las actividades pesqueras se pueden producir en zonas tanto costeras como de alta mar, desde las regiones templadas a las tropicales de los océanos del mundo.
Diversas artes de pesca tienen interacción sobre estas especies pero, por su comportamiento pelágico, las artes de pesca con actividad superficial, como las redes de enmalle, los arrastres pelágicos, el cerco y los palangres superficiales, parecen potencialmente tener un mayor impacto, aunque otras pesquerías como por ejemplo el arrastre demersal dirigido a langostino, en aguas poco profundas, pueden tener interacción con estos reptiles. Las flotas de palangre de superficie a la deriva en muchas aguas del mundo pueden interaccionar con las tortugas marinas, auque el nivel de interacción no es de magnitud similar en todas las áreas. Por tanto, las problemáticas puntuales que pueden aparecer en un área-época concreta no debe generalizarse a las diversas áreas de actividad de estas flotas. Las tortugas pueden engancharse en los anzuelos al tragar el cebo, o por contacto corporal, o pueden enredarse en la línea.
En algunas pesquerías la tasa de mortalidad directa es alta, pero en otras pesquerías la mayoría de las tortugas son liberadas vivas, aunque a menudo con anzuelos en el tracto digestivo y otras heridas. Aunque no se conoce bien la mortalidad posterior, una parte de esas lesiones podría resultar letales. Las pesquerías españolas de palangre de superficie tienen como objetivo la captura de especies pelágicas, fundamentalmente pez espada, túnidos y tiburones. Dentro de las especies de captura incidental que este arte captura se encuentran en ocasiones las tortugas marinas. Las pesquerías españolas de cerco tropical que tienen como objetivo los túnidos tropicales (rabil, listado y patudo) también en ocasiones capturan accidentalmente tortugas marinas, aunque prácticamente en su totalidad son devueltas al mar vivas y sin lesiones.
Diversos instrumentos internacionales se han ido desarrollando en los últimos años con el objetivo de minimizar los efectos de las pesquerías sobre capturas incidentales de especies como los tiburones y las aves marinas, principalmente mediante IPOA (International Plan of Action) aprobados por la FAO. Los expertos en tortugas marinas y diversas instituciones internacionales han recomendado la elaboración de un IPOA para tortugas marinas. Si bien los Planes de la FAO son de carácter voluntario, están elaborados basándose en las recomendaciones y articulado del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO (1995), Código que España apoyó y aprobó su entrada en vigor. Organismos regionales pesqueros como la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) y el CGPM (Comisión General de Pesca del Mediterráneo), CIAT, entre otros, han recomendado la aplicación de los Planes de Acción de la FAO mediante la elaboración de Planes de Acción nacionales que en el caso del CGPM o ICCAT, sus Sub-Comites de Medio Ambiente Marino y Ecosistemas ha pedido que se haga de forma coordinada en todos los países. La información científica disponible sobre capturas accidentales de tortugas marinas y otras especies protegidas en España es relativamente reducida ya que muchas de las acciones han sido emprendidas recientemente.
En el marco de las estrategias nacionales e internacionales de conservación de estos singulares animales, los pescadores están jugando hoy un papel primordial. Es a través de su colaboración activa en diversos programas de investigación que se están desarrollando medidas para la reducción del impacto en las poblaciones de tortuga de la captura accidental en artes de pesca como el palangre, el arrastre o el trasmallo.
El MAGRAMA coordina la cooperación entre las administraciones, los científicos, los conservacionistas y los pescadores con un fin común, encontrar soluciones para reducir el impacto de las interacciones entre las tortugas marinas y la pesca.
Reducción del impacto de las capturas de tortuga boba con palangre de superficie en las zonas de pesca de la flota Española del Golfo de Vera, Mar de Alborán y Región Suratlantica.
La base del proyecto consiste en la obtención de una base científica para la gestión y el desarrollo de herramientas viables para la monitorización de especies marinas pelágicas
Se ha trabajado en la creación de un vínculo entre pescadores y otros colectivos y administraciones públicas para la aplicación de la ciencia a las estrategias y políticas de conservación de la biodiversidad para garantizar la aceptación de las medidas de gestión:
• Consenso en los planes de conservación (3 barcos de época – 179 reuniones con pescadores) • Programa de educación (56 centros – 8,000 alumnos)
• Promoción de actividades alternativas (Pesca Turismo)
La coordinación con pescadores para garantizar su colaboración e implicación tanto en las acciones de este proyecto como en las políticas de gestión que se propongan a raíz de este es fundamental para llevar a buen puerto este tipo de proyectos. Esta colaboración se establece tanto para las actuaciones en mar de seguimiento de la problemática y el establecimiento de protocolos de manipulación y liberación de tortugas, como para las actuaciones paralelas de traslado a centros de recuperación.
Actuaciones en el marco de proyectos de investigación relacionados con el estudio de las interacciones entre las pesquerías de túnidos y especies afines y las tortugas marinas.
Desde los años 80, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) a través de diversos proyectos de investigación sobre pesquerías de túnidos y especies afines, ha recopilado información sobre la incidencia de las pesquerías en las poblaciones de tortugas marinas. Como resultado de los trabajos realizados en los últimos 25 años, existe información, cuantitativa o cualitativa, sobre la incidencia de la pesca en la captura accidental de tortugas marinas en diversas artes de pesca y áreas. Las pesquerías de arrastre, artes de enmalle, almadrabas, cerco y artesanales han demostrado capturar accidentalmente tortugas marinas y otras especies protegidas, pero aunque se tienen algunos datos de encuestas en lonjas, no se han realizado hasta el momento trabajos detallados sobre el efecto de estas pesquerías. El mayor conflicto identificado es la interacción de las poblaciones de tortugas y las pesquerías de palangre de superficie, especialmente en el Mediterráneo, aunque esta problemática parece en principio de menor escala en otras regiones. Estas capturas accidentales han sido y son objeto de estudio de diversos proyectos del Programa de Túnidos y Especies afines del IEO.
+info: MAGRAMA
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