Imagen: Green Planet |
Al igual que ocurre en tierra firme, las profundidades y las zonas más apartadas del océano albergan lugares únicos que merecen un reconocimiento igual al concedido al Parque Nacional del Gran Cañón en Estados Unidos, a las islas Galápagos en Ecuador o al Parque Nacional de Serengeti en Tanzania.
Un informe presentado hoy por el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) explora la posibilidad de que se pueda aplicar la Convención para la protección del patrimonio mundial a maravillas situadas en alta mar.
Titulado Patrimonio mundial en alta mar : su momento ha llegado, el informe presenta cinco sitios que representan diferentes ecosistemas , desde las zonas ricas en biodiversidad a los fenómenos naturales que sólo se pueden encontrar en las profundidades del océano. Cada uno de estos sitios podrían ser reconocidos por tener un valor universal excepcional, un principio clave de la Convención del Patrimonio Mundial, donde se evalúan las especiales cualidades de lugares que trascienden las fronteras nacionales.
En el informe se incluyen islas coralíferas, bosques tropicales flotantes, volcanes submarinos o torres rocosas con aspecto de ciudades sumergidas. En la actualidad, estos sitios no pueden aspirar a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial porque están situados en alta mar, lejos de cualquier jurisdicción nacional.
Los sitios que propone el informe son el Domo Térmico, un oasis oceánico único en el mundo –ubicado en la costa del Pacífico de Costa Rica- que sirve de hábitat y lugar de reproducción de numerosas especies amenazadas; el Café de los tiburones blancos, único lugar conocido donde se reúnen tiburones blancos en todo el Pacífico; y el mar de los Sargazos en el Atlántico, que alberga un ecosistema singular organizado en torno a una concentración de algas flotantes.
Completan la lista el Campo hidrotermal de la Ciudad Perdida, un lugar del centro del Atlántico situado a 800 metros de profundidad y dominado por monolitos de carbonato que pueden alcanzar 60 metros de altura; y Atlantis Bank, una isla fósil sumergida en aguas subtropicales del Océano Índico.
El Domo Térmico de Costa Rica es una zona crítica para la biodiversidad marina del Pacífico Este Tropical. Se localiza al oeste de Centroamérica y puede llegar a medir entre 300 y 1000 kilómetros de ancho. La posición promedio del núcleo del Domo se encuentra cerca de los 9° Norte y 90° Oeste, en áreas fuera de las jurisdicciones nacionales. Su diámetro y posición varía de año en año y a lo largo de un ciclo anual característico (Fiedler, 2002).
Este fenómeno oceanográfico resulta de la acción de los vientos y las corrientes marinas que produce el desplazamiento vertical de aguas profundas, frías y ricas en nutrientes que se acercan a la superficie, creando una zona de surgencia. Esta surgencia moviliza una enorme masa de agua (cerca de 3.5 millones de m3/s)1 a la superficie.
Esta masa de agua fría se localiza cercana a los 15 metros de la superficie, mientras que en los alrededores del DTCR se encuentra a mucha más profundidad2. Al acercarse a la superficie, los nutrientes en la masa de agua fría combinados con la luz solar, producen un gran crecimiento de algas.
Es así como al existir mayor presencia de algas, primer peldaño de la cadena alimenticia, hay más alimento disponible para el zooplancton, causando una explosión en sus poblaciones. Esto a su vez se va manifestando en cada eslabón de la cadena trófica, generando un oasis de recursos en el mar.
El Mar de lo Sargazos tiene una superficie total —aunque variable— de 3.500.000 km², que se caracteriza por la frecuente ausencia de vientos, corrientes marinas, y la abundancia de plancton y algas, estas últimas formando «bosques» marinos superficiales que pueden extenderse de horizonte a horizonte y constituyeron junto a las «calmas chichas», un formidable escollo para la navegación desde la época del descubrimiento de América. Las corrientes circundantes se interceptan tangencialmente impulsando las aguas interiores en un lento círculo de sentido horario y concéntrico, cuyo amplio centro no tiene movimiento aparente y es de una calma eólica notable. En efecto, el área, de forma ovalada, es de límites difusos ya que no baña tierra firme —con la única excepción de las islas Bermudas— , y sus límites los constituyen importantes corrientes oceánicas: al Oeste la corriente del Golfo, al Norte la Corriente del Atlántico norte y al Sur una de las corrientes ecuatoriales.
Ciudad perdida o Lost City es un campo de fuentes hidrotermales en el centro del océano Atlántico que son significativamente diferentes de las conocidas fumarolas negras halladas a finales de los años 70. Los respiraderos se descubrieron en diciembre de 2000 durante una expedición de la Fundación Nacional para la Ciencia deEstados Unidos al atlántico central. Una segunda expedición organizada en 2003 usó elDSV Alvin para explorar tales surgimientos. Los detalles de la química y biología del campo hidrotermal de Lost City fueron publicados en marzo de 2005.
El Atlantis Bank es una isla hundida de fósiles tectónicos, que alberga una extraordinaria diversidad de fauna de aguas profundas. Situado en el suroeste del Indian Ridge , tiene registro paleontológico único y fue fundamental para la comprensión de la geología de ultraslow de desarrollo las crestas de los fondos marinos. A menudo es considerado una ventana tectónica en el tiempo proporcionando uno de los mejores lugares en el mundo para el estudio científico de la geología de la Tierra.
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